La infertilidad afecta por igual a los varones y las mujeres. En el 30% de las parejas, la infertilidad es femenina. En el 30% de las parejas, la infertilidad es masculina. En el 30% de las parejas, la infertilidad afecta a los dos miembros de la pareja.
¿Cuándo se habla de infertilidad?
Para una pareja en edad de procrear que tiene relaciones sexuales con regularidad, la infertilidad es la incapacidad de obtener un embarazo después de un tiempo determinado: un año si la mujer tiene menos de 35 años y 6 meses si tiene más de 35 años. Las mujeres que tienen menstruaciones irregulares, un signo de trastorno de la ovulación, deben consultar a su ginecólogo lo antes posible.
Es una cuestión de posibilidades
Los trastornos de la fertilidad son fenómenos frecuentes. La consecución de un embarazo es, ante todo, una cuestión de posibilidades. En las parejas con fertilidad normal, estas probabilidades son, cada mes, de un 25% y disminuyen con la edad de la mujer. En las parejas con disminución de la fertilidad, estas probabilidades son inferiores cada mes.
Los distintos tipos de infertilidad
Hay que distinguir entre las parejas que no han tenido nunca un embarazo (se habla entonces de infertilidad primaria) y las parejas que ya han tenido uno pero no han conseguido un segundo embarazo (se habla entonces de infertilidad secundaria). Esta última categoría comprende tanto las parejas que tienen niños como las parejas con un aborto espontáneo.
En un 30% de los casos, la responsabilidad es compartida por uno de los dos integrantes de la pareja. En el 30% de los casos, la infertilidad es de origen masculino y en otro 30%, de origen femenino.
En ocasiones, la causa de la esterilidad es una combinación de trastornos médicos en los dos miembros de la pareja. Se utilizan pruebas diagnósticas adecuadas para determinar la naturaleza del problema. Hay soluciones terapéuticas adaptadas a los trastornos identificados.
Infertilidad masculina
La mala calidad del semen y los trastornos de la eyaculación son causas frecuentes de esterilidad masculina. La disminución de la calidad del semen tiene que ver con diversos factores. Al contrario de lo que ocurre en la mujer, los problemas hormonales son rara vez la causa de la infertilidad masculina.
Infertilidad femenina
Se utilizan pruebas con gran éxito para determinar la naturaleza de la infertilidad femenina y hay posibilidad de tratar numerosos trastornos. Pero, a pesar de los avances médicos excepcionales en este campo, la infertilidad no se puede explicar (idiopática) en el 10% de los casos aproximadamente.
Algunos datos estadísticos útiles:
- La infertilidad afecta por igual a los varones y las mujeres.
- En el 30% de las parejas, la infertilidad es femenina.
- En el 30% de las parejas, la infertilidad es masculina.
- En el 30% de las parejas, la infertilidad afecta a los dos miembros de la pareja.
- En el 10% de las parejas, la infertilidad es de origen desconocido (se habla de esterilidad idiopática).
- La edad de la mujer es uno de los factores principales que predicen la fertilidad. Aunque muchas mujeres se quedan embarazadas después de los 30 años, las mujeres de 20 a 30 años son siempre más fértiles. La ovulación es el aspecto de la fertilidad femenina más afectado.
- Una mujer de 35 años tiene dos veces menos probabilidades de quedarse embarazada que una mujer de 20 años; este porcentaje solo es del 10% en una mujer de 40 años.
- Una mujer de 37 años puede, en un 25% de los casos, tener un problema de la fertilidad, porcentaje que aumenta al 50% en las mujeres de 41 años y al 75% en las de 43 años.
¿Cuándo se habla de esterilidad?
Se usa el término «esterilidad» en las parejas que no tienen prácticamente ninguna posibilidad de embarazo espontáneo.
Posibilidades de los tratamientos actuales
En función de la causa de la infertilidad, se pueden definir 4 grandes categorías de tratamiento.
- Tratamiento (farmacológico) natural
Se utilizan medicamentos para inducir la ovulación o para regular un posible desequilibrio hormonal. - Tratamientos asistidos (farmacológicos) naturales
En este caso, la toma de medicamentos se combina con un tratamiento de estimulación de la fertilidad (como la inseminación intrauterina). - Tratamientos de reproducción asistida (farmacológica)
Combinan el uso de medicamentos con una de las técnicas de procreación médicamente asistida: FIV (fecundación in vitro) o ICSI. La ICSI (o inyección intracitoplásmica de espermatozoides) consiste en la inyección de un solo espermatozoide en el óvulo. La ICSI ha mejorado considerablemente los resultados cuando la infertilidad es de origen masculino. - Intervención quirúrgica
En algunos casos se precisa una intervención quirúrgica para crear mejores condiciones para un posible embarazo. Sin embargo, todavía puede ser necesario uno de los tratamientos mencionados anteriormente.
La infertilidad masculina explica el 30 por ciento de la parejas estériles
A la hora de determinar las causas por las que una pareja no logra tener un hijo, los especialistas atribuyen la misma importancia a la esterilidad masculina que a la femenina. La infertilidad del varón explica un 30 por ciento de los casos de parejas estériles, porcentaje muy similar al atribuible a los problemas de esterilidad de la mujer.
Hasta hace pocos años no se habían estudiado con profundidad las causas que provocaban la esterilidad masculina. Sin embargo, los avances en el campo de la andrología han permitido encontrar una explicación para dos terceras partes de las situaciones de infertilidad del varón, lo cual permite en muchos casos actuar sobre ellas con éxito con el fin de recuperar su capacidad reproductiva.
La presencia de varicocele (un conjunto de venas dilatadas alrededor de los testículos), las infecciones en las vías seminales (conductos que transportan el semen desde los testículos) y la existencia de obstrucciones en los órganos genitales explican, junto a factores genéticos y congénitos que condicionan la producción de espermatozoides, el 70 por ciento de los casos aproximadamente, mientras el 30 por ciento restante de las situaciones sigue sin tener una causa conocida.
Otras posibles causas
Algunas investigaciones señalan distintos factores ambientales como la exposición a radiación, pesticidas o sustancias tóxicas utilizadas en la industria junto al tabaquismo como responsables de numerosos casos de la esterilidad masculina en las últimas décadas. No se conoce con precisión la influencia exacta de estos factores en el deterioro de la calidad del semen. Salvo en situaciones concretas en lo que ha habido una exposición continuada en el tiempo a dosis elevadas de estas sustancias.
En la actualidad se dispone de tratamientos que permiten a un gran número de varones estériles recuperar su capacidad reproductiva. Estas terapias actúan directamente sobre la patología que causa la infertilidad y se alcanzan porcentajes de éxito bastante elevados.
Otros problemas de esterilidad pueden solucionarse mediante tratamientos hormonales sustitutivos o cirugía. Esta última se muestra bastante efectiva en hombres con varicocele u obstrucciones en los conductos eyaculadores. Incluso en personas sometidas a vasectomía se logra restaurar mediante técnicas quirúrgicas la capacidad reproductiva en un 80 por ciento de los casos, cifra superior al 40 por ciento de éxito que se consigue actualmente con las técnicas de reproducción asistida.
Junto a una mayor efectividad, la utilización de estas terapias ofrece una ventaja adicional frente al uso de técnicas de reproducción asistida, como la inseminación artificial o la fecundación in vitro, ya que no sólo solucionan el problema de embarazo en el momento en que se realiza, sino que posibilita la consecución de futuras gestaciones.