El consumo de alcohol, los baños calientes o el ejercicio de alto impacto son algunas prácticas que se deben evitar durante la gestación.
1. Embarazo y consumo de alcohol
Es muy probable que antes de saber que está embarazada la mujer haya consumido algo de alcohol en sus momentos de ocio. Esta circunstancia no debe ser motivo de preocupación, pero sí debe marcar el límite para dejar de beber este tipo de bebidas en el embarazo. El alcohol penetra en la sangre del feto casi en las mismas concentraciones en las que se halla en la sangre materna, de modo que el consumo de bebidas alcohólicas durante el embarazo puede dar lugar a numerosos problemas y complicaciones para el bebé.
Un tamaño menor al normal, deficiencias mentales, deformidades, incremento de la tasa de mortalidad neonatal, aborto espontáneo, parto prematuro, complicaciones de parto o crecimiento anormal del bebé son algunos de los principales riesgos asociados al consumo de alcohol en la gestación.
2. Tabaco en el embarazo
Aún no existen evidencias científicas claras sobre si fumar antes de quedar embarazada puede o no perjudicar al bebé. Lo que sí está demostrado es que el consumo de tabaco, en especial después del primer trimestre, implica riesgos para el pequeño y para el correcto desarrollo de la gestación.
Respecto al embarazo, los riesgos más frecuentes son aborto, hemorragia vaginal, parto prematuro, embarazo ectópico e implantación anómala o desprendimiento de la placenta, entre otros. Para el bebé, el principal efecto es el bajo peso al nacer, que está relacionado de manera directa con el número de cigarrillos que se consumen: a más cantidad de cigarrillos, menor peso del bebé. A medio plazo, el tabaquismo está relacionado también con la posibilidad de sufrir apnea o con el síndrome de muerte súbita del lactante.
3. Cafeína durante la gestación
El consumo de café, té o bebidas refrescantes que contienen cafeína no está prohibido durante el embarazo. Sin embargo, los especialistas recomiendan reducir su ingesta, sobre todo en el primer trimestre, a una cantidad que no supere los 300 miligramos diarios de cafeína (tres tazas de café o seis refrescos de cola). En el caso de las mujeres gestantes que presenten molestias digestivas como acidez, náuseas o vómitos, los especialistas sí aconsejan prescindir de la cafeína para no agravar su estado.
4. Baños calientes y saunas en el embarazo
Las mujeres embarazadas deben evitar que su temperatura corporal se sitúe por encima de los 38,9ºC, en especial, durante el primer trimestre de gestación, puesto que se incrementa el riesgo de que se generen alteraciones en el sistema nervioso del bebé. Para no exponerse a este peligro, es recomendable prescindir de los baños muy calientes, las saunas, aguas termales y otros tratamientos que pueden elevar la temperatura corporal hasta estos niveles.
5. El embarazo y las radiografías
Diferentes estudios evidencian que las exploraciones con rayos x en las embarazadas no son dañinas, a no ser que la dosis de radiación sea muy alta o se realice de forma directa sobre el útero materno. Por ese motivo, los especialistas recomiendan hacer uso de este tratamiento de diagnóstico solo cuando sea necesario para preservar la salud de la madre. No obstante, aconsejan que, si es posible, se posponga para después del embarazo la exposición a la radiación o que se usen otros métodos diagnósticos alternativos.
6. El pescado azul y las mujeres embarazadas
Tal como indica la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), durante el embarazo debe evitarse el consumo de pez espada, tiburón, atún rojo y lucio. Estas especies de pescado azul acumulan mayor cantidad de metales, como el mercurio, que pueden llegar al bebé durante la gestación y afectar al desarrollo neuronal del feto. La recomendación es extensiva al periodo de lactancia materna.
7. Ejercicios de alto impacto en el embarazo
El ejercicio leve y la gimnasia moderada es aconsejable para que las mujeres embarazadas se mantengan en forma durante la gestación y preparen su cuerpo para el parto. Sin embargo, deben evitarse los deportes de alto impacto que impliquen los saltos, las sacudidas bruscas, la carga de objetos pesados o los que conlleven el riesgo de que se produzca alguna caída o lesión.
8. La toxoplasmosis, a raya
Las mujeres gestantes que, tras las primeras analíticas del embarazo, comprueban que no han padecido con anterioridad la toxoplasmosis y que, por tanto, no están inmunizadas contra ella, deben tomar ciertas precauciones para no contraer esta enfermedad que implica un importante riesgo para el bebé, sobre todo si se le transmite en las últimas fases del embarazo.
La mejor manera de prevenir el contagio por este parásito es, por una parte, evitar el consumo de carnes crudas o poco cocinadas (embutidos y jamón crudo) que pueden estar contaminadas, el consumo de leche cruda de cabra o de verduras o huevos que no estén cuidadosamente limpiados y puedan ser foco de infección porque algún animal infectado haya defecado sobre ellos. Asimismo, es importante evitar el contacto con los excrementos de los gatos.